Mayo chipotle y otros fuegos

No es que mi chico maneje ántrax ni nada parecido pero hay cositas muy raras moviéndose por su laboratorio que pueden montar una movida del ocho cuando menos te lo esperas. Porque, como dijo un eminente físico -el responsable de que nuestros bizcochos se quemen o se queden crudos- como decía, Anders Celsius afirmaba que no hay sustancias tóxicas sino dosis tóxicas y aunque pueda parecer lo mismo no lo es.
Por ejemplo, el agua. Mira si es sana y necesaria para vivir y sin beber nos quedamos tiesos en poco tiempo. Pero, si bebiéramos siete litros del tirón nos quedaríamos muñecos sin remedio por algo que tiene que ver con la sal que debemos ingerir para no cascarla.
El encargado de impartir el curso fue un jefe de bomberos retirado, un tipo muy peculiar que dejó a su paso un montón de anécdotas muy curiosas. Un ejemplo: los bomberos en el S.XIX te dejaban crecer grandes bigotes para así protegerse en la medida de lo posible de los gases tóxicos que causaban más muertes que el fuego. No fue hasta la Primera Gran Guerra que se usaron las mascarillas antigases que vinieron a cambiarlo todo.
Antiguamente los incendios eran el pan nuestro de cada día. La reina Maria Theresia de Austria, en uno de sus viajes a Países Bajos presenció uno terrible que se comió más de la mitad de la ciudad. Edificios con gente afinada que se quedaban bloqueados sin poder huir porque las escaleras de los rellanos eran de madera y por tanto, lo primero que ardía. Según volvió a su Imperio, mandó que los edificios contaran con escaleras de piedra y prohibió la construcción de nuevos edificios con escaleras de madera.
En fin, que se las tenían que ingeniar. El río Mura (El Mür), que si bien atraviesa la ciudad de Graz no lo hace por el centro, quedaba un poco desangelado de cara al fuego así que se construyeron estrechos callejones que subían desde el río hasta lo más alto de la ciudad para facilitar las cadenas humanas que se formaban pasándose cubos de agua desde el río. Me faltó tiempo para salir y buscarlos. Dejo fe de ello.
Y aunque la escapada dio para más, dejo de contar batallitas incendiarias para dar paso a esta mayonesa que a su manera, también presume de fuegos pero sin bomberos ni desgracias. Con esta receta pongo fin de momento, a las recetas de picoteo, ya que los últimos análisis me han salido de pena y debo priorizar la salud. Hasta que no tenga un diagnostico firme no te cuento más pero de momento adiós a las cosas ricas que nos hacen felices pero de saludables, poco.
Ingredientes:
Preparación:
- 4 cdas de mayonesa
- 1 cda. de Sauerrham o yogur griego
- ajo en polvo
- unas gotas de salsa Worcestershire
- jugo de medio limón
- 1-2 chiles chipotles (según lo quieras de picante)
Preparación:
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