Champis al estilo griego

icástico, ca
Del gr. εἰκαστικός eikastikós 'relativo a la representación de los objetos'.
adj. Natural, sin disfraz ni adorno.
Hoy vengo con un adjetivo al desnudo que se lo he visto a Morceo en Bluesky La definición no puede ser más espartana y escueta pero bien pensado, no podía ser de otro modo. Que poco icásticos somos, ¿verdad? de hecho solo al nacer mientras nos tienen aún atados al cordón materno porque justo después nos emperifollan con pañales, gorritos, lacitos, puntillas, calcetines y demás parafernalias natales para hacernos pasar por bebés hermosos a pesar de lo feos que somos nuestros primeros días de vida.

Ni siquiera somos icásticos la primera vez que abrimos los ojos y miramos a nuestros padres porque lo hacemos con ese instinto de manipulación que tanto nos acompañará en el futuro. Porque a pesar de estar más ciegos que Baco en la fiesta del vino de Valdepeñas, hacemos que miramos para enternecer a nuestros susodichos y así, conseguir que no les de por abandonarnos a nuestra suerte en medio de la Sabana a merced de los leones. O algo peor.
Tampoco al dejar este mundo nos sepultan icásticamente por aquello del qué dirán; y no al muerto, sino al vivo que como somos tan arrogantes en lo social, hacemos despilfarro en féretros, flores y mortajas para que los demás sepan que ni somos tacaños ni tan pobretones como aparentamos. La nevera puede estar vacía y el recibo de la luz sin pagar pero mucho ojito con aparentar miserias. Hay cosas por las que no pasamos. Pero ¡qué quieres! somos así: el pobre siempre intentando aparentar que tiene más de lo que gasta y el rico lloriquea sus pobrezas a la hora de pagar a aquellos que le enriquecen con su trabajo. Pero ésta es otra historia.

Volviendo a la palabreja, no es de extrañar que esta sea rara y casi seguro, en proceso de extinción porque no nos define a nadie y usarla suena a chufa. O no. Porque lo mismo podría ser una palabra protesta, escrita furtivamente en los carteles publicitarios, colándose en los perfiles de los instagramers que se venden a sí mismos recargaítos de filtros, maquillajes, photoshop y demás montajes requete cuquis. Puede que algún día nos apetezca ser más naturales y... y lo que sea porque no encuentro muchos sinónimos a este adjetivo. De hecho, el diccionario online de la RAE no cita ninguno. 
Nuevo domingo del reto Homenajeblog donde como siempre buscamos el encuentro y la amistad cocinando cosas ricas. Cada mes nos colamos en cocinas ajenas y homenajeamos al anfitrión cocinado alguna de sus recetas. El turno esta vez es de nuestra querida Isabel del Blog Lamboadas de Samhaim. Me he encaprichado de estos champiñones al estilo griego que Isabel publicó en su día homenajeando a Ana del blog Fresas y aceite así que me encanta que la estela de este homenaje cada día se vuelva más grande. Nos han gustado muchísimo, en especial a mi hijo Lucas. Puedes servirlos con un arroz blanco, bulgur o con cous-cous (uso integral) como hice yo. Se te queda un plato muy nutritivo y vegetariano que viene de perlas ya sea para un mediodía o una cena. ¡Muchas gracias chicas por la receta!
Ingredientes:

  • 500gr. de champiñones cortados en 4 
  • cebolla muy picada a tu gusto
  • 1-2 ajos muy picados
  • 3 tomates sin piel muy picados (usé de lata)
  • tomillo y albahaca
  • sal de hierbas
  • un poquito de aceite de oliva

Preparación:
  1. En una sartén, a fuego medio-alto, con un poquito de aceite de oliva, saltea los champiñones 2-3 minutos que habrás cortado en 2 o 4 trozos dependiendo del tamaño. Resérvalos.
  2. En la misma sartén, también a fuego medio-alto y con otro poquito de aceite, pocha la cebolla y el ajo picado, añade el tomate y deja que consuma el caldito que puedan solar.
  3. Incorpora los champis, la sal y las especias. Deja que liguen los sabores unos 2 minutos a fuego medio.


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