Ensalada invernal de lentejas

Hoy si no te importa me enrollo poco que tengo una semanita como para perdérmela pero no quiero dejar pasar más tiempo sin publicar nada porque yo, en mi imaginario egocentrista amante del bombo y el platillo, pienso que si me estiro mucho sin publicar me vas a echar de menos, te vas a preocupar por mí hasta el punto de iniciar conversaciones con la embajada para planificar un plan de rescate por si las moscas. En fin, cada uno nos columpiamos a nuestro aire.

Te decía: hoy rollo escueto. A ver si me sale. 

Hoy se celebra el día internacional del guepardo porque el pobre esta a un estornudo de extinguirse. En África parece que los granjeros andan a la gresca con estos gaticos grandes porque tienen la mala costumbre de comer y son de los que se presentan sin pedir permiso y se zampan lo que pillan. Los cazadores también hacen lo suyo, éstos por puro placer. El caso es que están a punto de irse definitivamente y no volver.
¿Y por qué hoy? Porque es el cumpleaños de Khayam, un guepardo que se crió en cautividad, en Oregon, siendo el primero en ser reintroducido a la vida salvaje con éxito. Esto fue posible gracias a la Dra. Laurie Marker quien creo este día internacional con el fin de concienciarnos al resto de los mortales sobre la necesidad de proteger al felino más rápido del planeta. Y si no lo es, pues uno de los más rápidos, no le vayamos ahora a sacar punta a los detallines.

Y como cualquier día conmemorativo, lo que se pretende es ayudar a la causa y he visitado como una media docena de webs con cosicas que podemos hacer y todas dicen más o menos lo mismo: que ayudemos a no deforestar ambientes salvajes, que denunciemos cualquier forma de comercio ilegal  o que publiquemos fotos de los mininos con hashtags a lo #salvaalguepardo y... ¡agárrate los machos! que compremos camisetas de la fundación de la Dra. Laurie como si eso de consumir y hacer negocio no degradase el plantea y, la guinda del pastel: que vayamos a ver a los animalicos en zoos para aprender más de ellos. 

Ah, hasta aquí he llega'o. No soporto los animales en cautividad; ni en zoos, circos ni demás pesca. Me resulta atroz que nos lleven desde pequeños a ver jaulas de animales salvajes fuera de su habitad y sus manadas. Somos lo peor y prueba de ello es este movimiento buenista a favor del guepardo que nos anima a ir al zoo y participar del negocio entorno a la esclavitud animal. Y tan panchos, oiga. ¿Un peluchito al salir? Sí, venga, que quede claro que somos gente super guay y activista en favor de los derechos animales y naturaleza. Qué falsos somos a veces y encima, de puro sin querer.

A lo nuestro: esta ensalada invernal es un puro lujazo para que quede claro que ni las ensaladas y las bicicletas son solo para el verano.
Ingredientes:

  • 1 bote de lentejas cocidas
  • 2-3 zanahorias
  • 1/2 cebolla roja
  • granos de 1/2 granada
  • queso fresco de oveja
  • aliño: vinagre de Jerez, aceite de oliva, sal, pimienta y un poquito de miel

Preparación:
  1. En una sartén con un poquito de aceite de oliva, saltea las zanahorias cortadas en trocitos muy menudos a fuego medio.
  2. Mientras coloca las lentejas en una fuente y añade la cebolla picada, los granos de granada, el queso en daditos y la zanahoria. 
  3. Mezcla el aliño y se lo añades a la ensalada.

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