Faschingskrapfen, amor al primer mordisco relleno de mermelada
Ya lo dijo Celia Cruz, que la vida es un carnaval y no se debe vivir llorando. Las penas se van cantando... es más bello vivir como en un carnaval, festejando a lo tonto, sin ton ni son. Sin más sentido que el de ser feliz. Sin atender a más razones que burlarse de las tristezas. El solitario se disfraza de su vecino. El borrachuzo de doctor. El médico de vive la vida. El payaso de maestro. Y el profe de matemáticas de Charlot. Jugar a burlarse de lo que nos toca o mejor aún, de lo que nunca nos tocará ser. Jugar a burlar las angustias, buscar el bullicio para vengarse de las soledades. Cantar para sofocar berrinches y bailar como posesos para que a nadie le dé por patalear tontunas.
Porque ya lo dijo Celia Cruz. Quien llora no ve que las penas se van cantando. Las crueldades no son perpetuas y quien está solo no lo está para siempre. Quizá por eso, cada año nos montamos el carnaval, para no olvidar de qué va esto de vivir. Mi hijo mayor me ha estado hablado de la vida. De la suya, que es de la que más sabe. Me ha recordado ese día en que comprendí que todo lo malo que me tocó soportar quizás tuvo su razón de ser. Quizás sin aprender de ello no hubiera llegado a apreciar la felicidad que descubrí después... él está ahora en este punto. ¿Nos pasa a todos o solo a los locuelos que vivimos con en un carnaval?
Desde que mi hijo era un chinorris, ya tuve muy claro que su felicidad iba a depender de la mujer que tuviera a su lado. Se ha pasado la vida blindando armaduras e intentando no dar pasos en falso. Y por muy de puntillas que ha querido ir, siempre regresó magullado con una estela de dolor y decepción infinita. Nada de lo que ha hecho le ha valido para sufrir menos. A ésta conclusión, ¿llegamos todos? ¿es posible aceptar que el bálsamo de hoy se convertirá en tormento dentro de un mes? ¿o es cierto que somos más simples que el mecanismo de un chupete y nos creemos eso de que existen mirlos blancos solo que nadie los ve? Lo que si es verdad, es que los juramentos de nunca jamás los hacemos cuando nos han destrozado el corazón pero jamás cuando está recién abducido e intacto. Cuando mordemos el anzuelo de la pasión, nos olvidamos del traje de hojalata y nos damos a la descontrolada, sin saber si lo que uno pisa es el freno, el embrague o el acelerador. Uno siempre tira millas hasta que se esmorra.
Pues así estaba él, recién esmorra'o cuando ella se ha cruzado de nuevo en su camino. No eran desconocidos. Ya se habían cruzado antes este par de almitas despistadas pero las cosas buenas a veces nos tocan de lejos y no da tiempo a amarrarlas. Pero la vida, que es muy listuca, sabe cuando debe insistir y cuándo dejar que corra el aire. Él me cuenta que ella tiene una capacidad de amar infinita. Que lo que da le sabe a puro, sin dobleces. Ella quiere ser y no busca comprar o conservar. Amor limpio que sale para calmar el alma y no para acumular trofeos... y yo -que ya soy perro viejo- me imaginaba que ahí había truco... o susto, que todo puede ser a pesar de estar en carnaval.
Ella viene de sobrevivir. De quemar a un bicho a golpe de quimio que también le ha quemado las entrañas. Y aún así, le ha mandado a hacer puñetas con mucho genio y con muchas ganas. Quién ha pasado por esto y ha sobrevivido, sabe que lo que más asusta no es luchar contra la enfermedad, eso es algo que se hace casi por instinto, por cabezonería, por ser peleón y punto. El miedo nace cuando te dicen, ea, revisión y vida normal. Cuando el bicho ya no tiene forma ni patología que afrontar de cara, ni se le puede luchar con armas tangibles. Después es cuando el muy canalla atormenta en forma de fantasma, de malos recuerdos y sobretodo, de mal compañero de viaje que te recuerda eso de "ehh tú, que sepas que cuando quiera te ataco y te la cargas, que lo sepas"... canalla y malauva... es lo que es y no hay forma de mandarle a freír puñetas.
Ay, la vida, vaya carnaval! chicos, cantar y amaros a rabiar que cuando se la pelea tanto, es porque tiene que ser cosa grande y maravillosa. Descubrirlo juntos! Yo me dedico a malcriaros -como tiene que ser- y os pongo los dulces. De esos que solo se pueden comer una vez al año para que no hagan daño:-)
Porque ya lo dijo Celia Cruz. Quien llora no ve que las penas se van cantando. Las crueldades no son perpetuas y quien está solo no lo está para siempre. Quizá por eso, cada año nos montamos el carnaval, para no olvidar de qué va esto de vivir. Mi hijo mayor me ha estado hablado de la vida. De la suya, que es de la que más sabe. Me ha recordado ese día en que comprendí que todo lo malo que me tocó soportar quizás tuvo su razón de ser. Quizás sin aprender de ello no hubiera llegado a apreciar la felicidad que descubrí después... él está ahora en este punto. ¿Nos pasa a todos o solo a los locuelos que vivimos con en un carnaval?
Desde que mi hijo era un chinorris, ya tuve muy claro que su felicidad iba a depender de la mujer que tuviera a su lado. Se ha pasado la vida blindando armaduras e intentando no dar pasos en falso. Y por muy de puntillas que ha querido ir, siempre regresó magullado con una estela de dolor y decepción infinita. Nada de lo que ha hecho le ha valido para sufrir menos. A ésta conclusión, ¿llegamos todos? ¿es posible aceptar que el bálsamo de hoy se convertirá en tormento dentro de un mes? ¿o es cierto que somos más simples que el mecanismo de un chupete y nos creemos eso de que existen mirlos blancos solo que nadie los ve? Lo que si es verdad, es que los juramentos de nunca jamás los hacemos cuando nos han destrozado el corazón pero jamás cuando está recién abducido e intacto. Cuando mordemos el anzuelo de la pasión, nos olvidamos del traje de hojalata y nos damos a la descontrolada, sin saber si lo que uno pisa es el freno, el embrague o el acelerador. Uno siempre tira millas hasta que se esmorra.
Pues así estaba él, recién esmorra'o cuando ella se ha cruzado de nuevo en su camino. No eran desconocidos. Ya se habían cruzado antes este par de almitas despistadas pero las cosas buenas a veces nos tocan de lejos y no da tiempo a amarrarlas. Pero la vida, que es muy listuca, sabe cuando debe insistir y cuándo dejar que corra el aire. Él me cuenta que ella tiene una capacidad de amar infinita. Que lo que da le sabe a puro, sin dobleces. Ella quiere ser y no busca comprar o conservar. Amor limpio que sale para calmar el alma y no para acumular trofeos... y yo -que ya soy perro viejo- me imaginaba que ahí había truco... o susto, que todo puede ser a pesar de estar en carnaval.
Ella viene de sobrevivir. De quemar a un bicho a golpe de quimio que también le ha quemado las entrañas. Y aún así, le ha mandado a hacer puñetas con mucho genio y con muchas ganas. Quién ha pasado por esto y ha sobrevivido, sabe que lo que más asusta no es luchar contra la enfermedad, eso es algo que se hace casi por instinto, por cabezonería, por ser peleón y punto. El miedo nace cuando te dicen, ea, revisión y vida normal. Cuando el bicho ya no tiene forma ni patología que afrontar de cara, ni se le puede luchar con armas tangibles. Después es cuando el muy canalla atormenta en forma de fantasma, de malos recuerdos y sobretodo, de mal compañero de viaje que te recuerda eso de "ehh tú, que sepas que cuando quiera te ataco y te la cargas, que lo sepas"... canalla y malauva... es lo que es y no hay forma de mandarle a freír puñetas.
Ay, la vida, vaya carnaval! chicos, cantar y amaros a rabiar que cuando se la pelea tanto, es porque tiene que ser cosa grande y maravillosa. Descubrirlo juntos! Yo me dedico a malcriaros -como tiene que ser- y os pongo los dulces. De esos que solo se pueden comer una vez al año para que no hagan daño:-)
Los Krapfen de carnaval -Faschingskrapfen- tienen que estar rellenos de mermelada de albaricoques. El resto son inventos chinos. A cada cual, lo suyo.
Ingredientes:
- levadura fresca para 1/2 kilo de harina
- 120 ml. de leche entera
- 60 gr. de mantequilla
- 2 huevos y 2 yemas
- 1 pizca de sal
- un poco de ralladura de limón
- opcional (un chorrito de ron)
- 50 gr. de azúcar
- 500gr. de harina repostera (yo uso tipo universal)
- Mermelada de albaricoques para rellenar
- abundante aceite vegetal para freír
- azúcar glas para espolvorear
- Calienta un poco la leche (que esté tibia) y desliga en la mitad de ella la levadura. Añade como 125gr. de la harina, lo remueves y lo dejas descansar como mínimo 1/2 hora. Cuanto más repose la levadura, más perderá su sabor y cogerá acidez el fermento.
- Con la otra mitad de la leche, derrite la mantequilla y cuando temple le mezclas el azúcar, la ralladura, la sal, los huevos y las yemas. Lo bates todo hasta que esté homogéneo.
- En un bol grande, mezclamos el harina, con el fermento y con la mezcla de leche aún tibia. Liga la masa con ayuda de una varillas eléctricas o a mano con una cuchara de madera. No se deja amasar en mesa, así que ni lo intentes. Deja que repose como mínimo una hora hasta que doble como mínimo su tamaño.
- Separa la masa en porciones de entre 55-70gr. dependiendo de como quieras de grandes los krapfen. Yo los hice de 55gr. porque me venía mejor a la hora de freírlos y deja que leven de nuevo unos 25 antes de cocinarlos.
- Freír el krapfen es la cuestión compleja del frega'o. Es típico que queden crudos por dentro. Para evitarlo, tienen que freírse en sartenes o cazos con mucha profundidad, que guarden bien el calor para que mantengan constante la temperatura y que tengan tapa para concentrar el calorcillo. El aceite a usar depende de cada cual. Lo típico aquí es hacerlo en unas grasillas que venden en botes que son como margarinas líquidas. Te confieso que jamás he tenido valor para comprar eso. Yo uso aceite de canola -colza- que es el que menos toxinas desprende al freírse. Para suavizar el sabor lo mezclo con un poco de aceite de maíz o girasol. Pero cada cual sabe...Lo importe, abundante. La cazuela que uso es de hierro que me gusta mucho el acabado tan bonito y uniforme que le da a las frituras. Pones los bollitos a freír a fuego no exageradamente caliente (de medio a alto). Tapas y como en un par de minutos les das la vuelta y vuelves a tapar.. Eso del par de minutos es bastante relativo.. puede que necesites menos así que controla de vez en cuando.
- Mientras, calienta la mermelada que deberá ser sin trozos. Calentita -más líquida de lo normal- la colocas en una manga pastelera con la boquilla para rellenos (boquilla fina y muy alargada como de 5cm. de longitud) y rellenas ligeramente cada krapfen cuando hay templado sin enfriar del todo. Antes de consumir, los espolvoreas con azúcar glas.
Este tipo de dulces son una perdicion, mis favoritos. Cuánta razon tienes en lo que dices, aprovechemos los momentos buenos qur los malos ya vendran.
ResponderEliminarBesos, Rosa.
Hola Rosa,
Eliminarmuchas gracias:-) un besazo muy grande y ya sabes, a aprovechar!
Mai, cómo me gusta leerte!! Ya te echaba de menos. Cuanto entiendo todo lo que dices y cuanta razón tienes!! Cuando estás en la lucha te salen fuerzas de no sabes dónde y piensas que nada va a poder contigo. Pero cuando pasa el tiempo y se acerca cada revisión, te coje un gusanillo por el cuerpo que no puedes controlar hasta los seis meses siguientes y así llevamos ya cinco años!! Pero aún así estoy contenta y feliz, muy feliz. La vida me ha dado otra oportunidad para vivir las cosas que antes no me atrevía, y eso no tiene precio, así que por algo será. Y sí, la vida es un carnaval y hay que vivir cantando!!
ResponderEliminarY el amor... qué te voy a decir, yo también soy viejuna, y tengo un hijo en edad de amar, pero soy de las que piensa que hay que morder el anzuelo de la pasión sin corazas, aunque luego duela. Como decía otra canción, es mejor querer y después perder, que nunca haber querido...
Por cierto tusdulces maravillosos!! Un besazo.
Tata! 5 años! eres veterana en matar bichos y cazar fantasmas :-D enhorabuena y que sean muchos muchos más! Yo también he sido de ímpetu pendenciero en lo que a las cosas de amor se refiere. Siempre dispuesta a esmorrarme y muy a gusto si de mariposas estomacales se tratara... y siempre sin remedio. Aquí me vez, casada con un hombre 10 años menor que yo... hay que ser pendenciera :-D
EliminarUn besazo!
Sí señora, querida maite, carpe diem, que a los disgustos no hay que enseñarles el camino, ya lo encuentran ellos solitos, los jodíos. Precioso post. Felicidades a tu pollo y muy feliz carnaval! Un beso fuerte, Fer
ResponderEliminarTú lo has dicho. Vienen solos y nos los tenemos que comer con más gusto o disguto que no se dan por aludidos así que a cantar como Celia :-) y a disfrutar Fernanda! un besazo!
EliminarMe has emocionado.....he leído tu post 2 veces....la vida (esa a la que se refiere tu hijo), quiere que estos dos esten juntitos a pesar de todas las adversidades.......la vida hay que aprovecharla y estrujarla al máximo.....eso les digo yo a mis hijos....que es muy corta...y mientras tanto nos alimentas con esta bollería de escándalo, con bollitos encima rellenos de mermelada de albaricoques, que siempre me recuerda a mis anginas.....la chica de mi madre nos hacía tostadas con mantequilla y mermelada de albaricoque cuando estabamos enfermas....y es lo que mas me gustaba de estar con anginas, me has hecho recordad...te hecho de menos....estoy que no paro....pero me acuerdo de ti cuando llego a casa todos los días te lo juro.....mañana voy a patear por el regalo de mi madre, y tengo médico a las 10 y cuarto......no te prometo nada...si llego a tiempo, hablamos.....(creo que es la tercera que te lo digo)
ResponderEliminarUn besazo grande
Y que otra nos queda, verdad Pichona! tenemos que avisarles que se tiene que devorar la vida duela o no duela, que es muy bonita pese a todo y el miedo solo nos impide vivirla con plenitud... no me digas! a tus anginas! a ver, este año a mi albaricoque no le toca dar muchos frutos pero como tenga para llenar un solo tarro de mermelada te lo empaqueto en un pis-plas :-) un besazo y no te apures que yo también ando como una posesa por el mundo y.. también! te echo de menos mozeta! Besos
EliminarMe encanta tu entrada... y cuanta razón tienes.... yo, y seguro que muchos, hemos vivido eso, verdad? Y si, la vida es un Carnaval y es mejor vivir cantando. Y comiendo esos ricos dulces de nombre impronunciable. Besitos
ResponderEliminarHola Pili! jajaja, sí, totalmente impronunciables! no se porque estos germanos tienen que hablar como si estuvieran diciendo palabrotas :-D un besazo
EliminarAhora me iré a clase de alemán con la canción de la gran Celia en la cabeza! :)
ResponderEliminarPues sí, necesitamos reírnos, burlarnos, cantar, bailar y despendolarnos de vez en cuando para mirar a las desgracias a la cara y dejarles claro que no tienen el mando. Que la vida es otra cosa, aunque a veces no lo parezca. Y creo que las fiestas, aunque tengan miles de influencias y símbolos diferentes, son uno de los mayores inventos del ser humano, de las pocas cosas que nos diferencian de verdad como especie evolucionada. Ay, que desvarío...
Me encanta cuando nos abres tu coranzoncito de madre y compartes esas reflexiones y experiencias con tus hijos, es algo que me es (¿todavía?) ajeno y no puedo evitar que me fascine esa experiencia de ver crecer a tus hijos, en todos los aspectos.
Ay los Krapfen! Los probé, por supuesto con relleno de albaricoque, la primera vez en Viena siendo una cría de 10 años, y me chiflaron. Luego aprendí que son típicos en Carnaval y siempre quiero hacerlos pero nunca saco el momento... los terminaré preparando en mayo o en noviembre, qué más da, qué pinta!!
Un abrazo
:-) hola querida! Lo suyo es que hoy fueras a alemán con un Krapfen bajo el brazo :-D y no te preocupes que vengas cuando vengas aquí siempre encontrarás krapfen porque los hay siempre y desde luego no hay fiesta nacional o popular que no se celebre con krapfen... son una verdadera locura..
EliminarEs curioso como los disctadores siempre han querido prohibir el carnaval y como la gente, aún a escondidas lo ha celebrado... porque no hay más remedio que tomarselo a guasa y más cuando la necesidad aprieta :-)
Un besazo
¡Que entrada tan bonita, Mai! El amor es así... y la vida también. Hay otras cosas que parecen amor, pero no lo son.
ResponderEliminarMe quedo a golosear un poco, que me ha entrado mono de dulce viendo esta maravilla.
¡Besos!!
Muchas gracias Marhya! un besazo,
EliminarY porqué, porqué, porqué....sabiendo que nos gusta tantísimo leerte y oír de tí, porqué nos haces esto de aparecer tan poquito por aquí? Cuánto sabía Celia!!!! Lo peor es que a esa conclusión se llega por un solo camino. Cuánto me alegro que te rodees de tanto amor....
ResponderEliminarUn besazo gordo guapísima
Ay ya yai Libélula! no sé porqué tardo tanto. Me lío y llego. Y mis chicos son insaciables y gracias a dios estoy teniendo mucho trabajo así que estoy como una loca pero de estrés positivo. Sin parar desde la mañana a la noche... y la foto, la foto! nunca llego! así que me retraso y me retraso y... en fin. que tardo...
EliminarY sí, tengo cerca mucho amorcito del bueno :-P muchos cariños hermosa mía!
Pero qué bonito es leerte, y qué bonito es tu post =) Me encanta, igual que la receta. Sólo puedo decir que me ha resultado todo perfecto ^^
ResponderEliminarUn besote guapa.
Muchas gracias Kim, guapa! un besazo enorme,
EliminarSiempre es un placer leerte y que razón tienes, la vida hay que estrujarla, pero lo malo que a veces tenemos que haceernos mayores para darnos cuenta. Buenìsimos tus bollitos y la mermelada se albaricoque es mi preferida.
ResponderEliminarBesos
Hola Sara! muchas gracias :-D la vida, como los bollo rellenos, hay que zamparselos frescos y jugosos:-) y que nos quiten lo baila'o :-P un besazo
EliminarQuerida amiga esta entrada de hoy me ha tocado especialmente el corazón por diferentes motivos. Por un lado, por todo lo que tiene que ver con nuestros hijos y por como nos comeríamos su dolor cuando llegan magullados, y por como nos dejamos el alma para ser bálsamo para ellos. Por otro lado por esa lucha contra el maldito bicho (una buena amiga está ahora inmersa en ella; muerta de miedo pero haciendo de tripas corazón, plantándole cara de la mejor manera que encuentra; intentando no perder el humor...intentando hacer lo que dice Celia: "que las penas se vayan cantando"). Yo adoro el Carnaval, como adoro casi todas las fiestas que sirven para evadirse de las piedras del día a día y si encima van acompañadas de esta dulcería (con nombre impronunciable para mi) ya es la mezcla perfecta. Mil besicos para ti preciosa mia y para tu pichón que presiento heredó la sensibilidad y el corazón enorme para mar sin dobleces de su preciosa mami. Te quiero amiga mia.
ResponderEliminaray María! mucho ánimo a tu amiga, hay que pelearlo mucho pero hay que tener mucho ánimo y ganas de salir que ya ves que cada vez más gente le gana al bicho. Ánimo! y los hijos! nada que tú ya no sepas que también tienes a tu hija en edad de amores y mamporros.. pero con tu alegría y con la de Rebeca os veo bailando y disfrutando como la Celia.. a rabiar!
EliminarUn besazo y te quiero mucho
Hola guapisima!! me ha encantado leerte de nuevo, yo cuanto te entiendo, cuando un hijo tiene un problema que mal lo pasamos, pero también creo que tienen que tropezar caerse y venirse arriba otra vez, de eso también se aprende, y poco a poco el tiempo pone a cada uno en su sitio, en fin, vamos a poner un dulce a todo esto, para aliviarlo un poco...Estos dulces te han quedado maravillosos reina, lo malo será freirlos bien, cazuela de hierro no tengo y aguantar la temperatura ideal será lo dificil, pero bueno lo intentaré, además soy muy cabezota y si no sale a la primera será a la segunda, si los hago te lo comento...Bess
ResponderEliminarHola Esther, preciosa! cómo estas! Ahhh con lo mano que tu tienes seguro que te salen de lujo. No hace falta que sea de hierro lo importante es que se deje tapar:-) un besazo
EliminarAnda ayer entre un comentario y veo "nanai" ha desaparecido :(
ResponderEliminarA parte de que estoy salivando solo ver estos bollos....que me parece que cuando estubimos por esos lares comimos unos...verdad???
Cuanta razón..la vida es un carnaval...de risas y lágrimas...mejor tener siempre esa sonrisa que las lágrimas salen sin querer...
Me recuerdas tanto a mi madre...tan protectora con tus niños...claro que si se han de dar un porrazo se lo darán pero tu estarás allí....
un abrazo fuerte
Hola Núria guapa! qué tal ese ánimo? siii, es el bollo que nos comimos de camino a Viena :-) una amiga mía dice que ella ya nació madre. Creo que tu madre y yo somos de esa misma especie de mujeres, que la protección se nos dispara sola y dejamos a los hijos hacer al mismo tiempo... ese es el mayor acto de amor, dejar a los hijos vivir sus propias vidas aunque les duela... o nos duela :-)
EliminarUn besazo enorme!
¡Hola! Bueno, más bien ¡Rehola! ;-) Hacía siglos que no me pasaba por aquí, digamos que he tenido unos dos últimos años un tanto moviditos… ;-) Me encanta llegar a tiempo para esos Krapfen taaan bonitos, ¡qué ganas de hincarles el diente! (aunque ya sea cuaresma, ains…) ¡Besosotes! :-*
ResponderEliminarHola mamá martona! siii, rehola! qué despegadas que somos Marona :-D aiiiins... pero cada día me despista más este mundo online y me cuesta mucho no dispersarme. un besoza guapa!
EliminarMadre mía que pinta tan maravillosa. Es de esas recetas que tengo en pendientes hace mucho mucho tiempo. Ver las tuyas ha sido como un flechazo. Me llevo la receta y en cuanto pueda me pongo con ella. Bss
ResponderEliminarSilvia! cómo estás lindura! la receta te va a encantar, es la receta tradicional pero con menos huevos y menos mantequilla que ya sabes como las gastaban las abuelas, no se andaban con estrecheces para esas cosas :-)
EliminarUn besazo !
Acabo de leee tu comentario y me has hecho sonreir y me han ilusionado, son tiempos difíciles en los q no me encuentro...y algo así me llena de alegría ... Preciosa entrada esta Mai...tu hijo y su chica son un amor...y tu....pq yo de mayor...¡quiero ser como tu!....aunque suene peloteo y tontería..no se,..leerte es ver la vida desde otra perspectiva...eres un soplo de aire fresco en mi mente...¡Graciasssss!
ResponderEliminarUn besazo
Ay María! cuánto me alegro que una sopa nos haga tan felices. ¿Ves? en el fondo no pedimos tanto, verdad? :-D tenemos que hablar guapa, vivo como una loca y entre unas cosas y otras mis chicos me tiene abducida y sin tiempo para mí. Pero me acuerdo muy amenudo de ti y de tu peque. Espero que en el cole esté más contento.. y coge aire Meri, que a veces es lo que se nos olvida hacer...
EliminarPD: nada me haría más feliz que ser un buen referente para ti :-) un besazo
Ay Maite!!, cuánta razón esconden tus palabras. Acabo de pasar la revisión, y por primera vez me han dado fecha para seis meses. Para mí, todo un hito, después de tres años. Es como si me hubiesen dado unas vacaciones, de seis meses... la felicidad que me embarga es inmensa, y doy gracias a la vida por ésta segunda oportunidad; aunque eso si, muerta de miedo todavía. Y del amor... que te voy a decir del amor... yo también tengo un hijo enamorado, y aquí estoy preparada para recoger los trocitos si es que se "desmorrona", y si no para verle disfrutar.
ResponderEliminarEnhorabuena por estos bollitos tan estupendos, y un beso muy grande.
Ay madre! lo pimero felicitarte por este logro tan grande y tan hermoso! 6 meses de tregua es un paso de gigante. A partir de aquí todo se irá normalizando. Enhorabuena! y ahora toca trabajar la ansiedad que el muy asqueroso te habrá dejado dentro. Mucho ánimo querida! lo peor ya está superado y a partir de aquí que tu vida solo sea luz y alegria y ganas de zamparte el mundo. Aupa Calandrita:-D
EliminarUn besazo enorme y te deseo lo mejor!
Hola mi Mai querida. Comparto totalmente eso de festejar la alegría. Así porque sí, sin dar muchas explicaciones del hecho, sólo porque sí. y festejar cada instante que no volverà. Justamente por eso , porque es único. Somos nosotros mismos , el condimento de nuestras vidas. Que lindo saber de la dicha de Alvi. Una compañera para andar...que lindo que suena eso. Cuanto me alegro por él. Ya me contaràs en detalle .
ResponderEliminarTe cuento que estos bocados por acá los llamamos bolas de fraile y nadie pide explicación alguna jaja sólo se piden así. Entran dentro del grupo al que llamamos facturas. La diferencia es que aquí van rellenas de dulce de leche. Te morirías de la emoción de probarlas!
Beso grande al son del carnaval .Eri
Hola Eri, sí, ya te contaré yme cuentas más detalles sobre tus vacaciones que me has dejado con un mono de verano brutal :-) Decirte que en España se llaman berlinesas y tampoco nadie protesta. Pero en Austria, es otro bollo patrio. Hay recetas documentadas desde la edad media, donde en alemán antiguo se llamaba Krapho. Luego fue derivando en distintos dialectos por eso se los conoce con distintos nombres en Alemania. En Austria, como digo, no hay discusión. Es equiparable a vuestros alfajores, que nadie discute el relleno :-P
EliminarA modo de curiosidad, en el siglo XIX se celebró el primer congreso de krapfen en Viena donde no solo se degustaron las versiones dulces sino las rurales que se comen con chucrut o como siemples buñuelos...
Un besazo querida mía!
Yo los conozco como Kräppel o Berliner y rellenos de mermelada de fresas. Ahora en carnaval si que lo hacen de cientos de variaciones, y el que más me gusta es el de Eierlikör (licor de huevo)
ResponderEliminarTe han quedado impresionantes!!
Un beso
Hola Pepi!
EliminarYa ves que en cada sitio su tradición. Por cierto, rellenos de crema de Eierlikör también los he visto pero como se me ocurra meter intrusos en casa creo que mis chicos me hacen detener :-D un besazo
Mi querida Maite,no sabes como me ha emocionado leer esta entrada,sabes llegar al corazón de la gente y el mío hace mucho tiempo que te lo ganaste.
ResponderEliminarA quién no le han roto el corazón alguna vez? Por eso hay que celebrar la vida y aprovechar los momentos buenos,disfrutarlos al máximo,que los malos ya vienen solos y no se si son mas abundantes pero hacen más ruido.
Tus bollos son una buena manera de festejar,se meten por los ojos,y no quiero ni imaginar lo buenos que tienen que estar porque mando en un instante la dieta al carajo.
Un abrazo
Hola Carmen! y cómo no te vas a emocionar con lo tierna que eres! bueno, lo primero felicitarte por el premio al mejor cortador de jamón andaluz que se ha ganado tu hijo :-D qué orgullosa estarás! porque como dices, hay que disfrutarlos al máximo ... y a dieta! no, no digo nada, no quiero hablar por la cuenta que me trae solo decirte que eres un valiente de mucho cuida'o
Eliminar:-) un besazo!
Pues yo estos bollos me los comía todo el año, que caray. Que entrada más bonita Maite, me has emocionado. La vida efectivamente es muy sabia. Me alegro que tu hijo haya encontrado una luchadora nata. Será sin duda una buena compañera de viaje, aunque su viaje, por suerte, sólo acaba de empezar y esta en su mejor etapa. Un beso
ResponderEliminarHola Sonia,
EliminarRealmente se comen todo el año, solo que en carnaval y otras fiestas y festivales hay que comerlos por obligación. Pero siempre hay un Krapfen cerca en cualquier panaderia que se precie de serlo:-)
Un beso