Bizcocho integral de centeno con queso manzana y streusel y una carta enmanzanada
Lamento tardar tanto en contestarte. No tengo excusa, siempre se pueden arrancar unos segundos para mandar un beso acompañado de un te escribo luego. La estadística dirá que ese te escribo luego, a priori tan esperanzador y lleno de buenas nuevas, se quedará en agua de borraja, peor aún, casi seguro que ni siquiera llegará a cocer cardo alguno. Por lo menos resulta amable, cargado de buena intención y apego. Algo es algo.
Pero juro por mis entrañas -se que suena desata'o pero últimamente me ha dado de nuevo por escuchar flamenquillo y ya sabes cómo las gasta las letras de la Niña Pastori- digo que juro, que la mayoría de las veces que guardo silencio obedece a una retorcida necesidad de hablar de muchas cosas que se enredan y desordenan mi mundo de piel para dentro. Todo es batiburrillo de cosas importantes y superfluas, de sentimientos nobles y mezquinos sobre mí misma y sobre el mundo que me rodea... me lío en mi propio mundo sin razón alguna. Nada pasó que justifique esta sublevación. Imagino que es un ejercicio vital para sentirme viva y poner distancia al trozo de carne con ojos que incondicionalmente me acosa amenazando con inundar mi existencia en rutinas mecánicas e insulsas. La zombie de la colada, el robot del plumero, la cocinera de hojalata... ¿no tienes miedo a que tu mundo se seque, a la esterilidad emocional?
Tengo miedo a amar por pura rutina. Me aterra que un día viva sin preguntarme por qué quiero tanto a mis chicos, a ti, a ella, a ellos... a todo mi mundo. Cada noche, antes de ir a dormir, entro en la habitación de Lucas y le miro. Dos, tres segundos. No hace falta más. Porque un segundo me sobra para ver a dos críos durmiendo como ángeles. Uno el que es y otro el que fue, que por muy hombre que se haya convertido sigue apareciéndose en mi alma como cuando tenía ocho. Miro al pequeño y me siento satisfecha. Miro al grande y me siento orgullosa. Gracias a él aprendí a ser buena madre. No, tal vez no. Creo que él me enseñó a ser buena persona. No pude o no supe ser buena madre. Juro que de puro sin querer. Pero la mami de hoy existe porque aprendí de los errores de la mamá de hace 20 años. Repasé todos mis pasos y memoricé la lección. Y es cuando miro a Lucas cuando siento que sí, esta vez sí.
Pero el amor con los hijos es más fácil, ellos se dejan querer. El amor de pareja, uf. A veces agota, a veces inunda y la mayoría nos deja mareados sin comprender qué. Qué pasó, qué es, qué significa, qué implica... el qué del amor! qué pesadilla por dios! a Gü, a veces, no le aguanto. Él tampoco a mí y no puedo reprochárselo. Nos volvemos feos y tóxicos. Nos alejamos de las cosas por las que nos enamoramos y nos quedamos con la cocinera de hojalata y el zombie que-cansado-estoy-me-tiro-al-sofá... y en estas miserias se nos van los días, reprochando al otro lo que uno debe resolver por sí mismo: quiero saber de ti, que me cuentes todas esas cosas que me enamoraron.
Pero vaciamos el cerebro y nos columpiamos en un eterno quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras... vivimos juntos pero no compartimos el mismo universo. Pero tengo suerte. No me quejo porque cualquier día, el menos pensado, pellizcamos el uno en el mundo del otro. Unas palabras en el blog, un mensaje en la red... cualquier gesto que te inyecta los motivos por los que te enamoraste y vuelven las frases frescas y palabras dulces. Gracias por las camisas, me vienen genial... estás hecho polvo, verdad, pues deja, yo me encargo... segura?.. sí, no te preocupes... el mismo qué en distinto cómo... ea! y hasta la siguiente porque tan claro como que después de un día llega otro, la ruleta de la convivencia nos volverá a imponer el puñetero qué dejando al cómo flaquito y arrinconado... cosas de la vida! qué le vamos a hacer.
Pero para recoger manzanas, reconocer ese olor que solo conserva recién las arrancas, perfumar la casa con su aroma... ¡qué caramba, hasta para tirarte las manzanas a la cabeza! pues no hay más remedio que tener un manzano. Porque no puedes dar tu alma a quién no desea amar. No importa si es por miedo, si la vida le golpeó y le hizo desconfiado. En crisis entramos todos, y no es incompatible con el corazón. Reconocer los motivos ayudan a entender al otro pero no justifican que no nos amen. Quién no desea amar, destroza. No hay más lectura. A la que te escribo escucho a Mumford & Sons. Siempre que los escucho me acuerdo de ti -de ella también- así que para saborear esta receta debes de escucharlos, todo forma parte de una misma cosa.
Pero juro por mis entrañas -se que suena desata'o pero últimamente me ha dado de nuevo por escuchar flamenquillo y ya sabes cómo las gasta las letras de la Niña Pastori- digo que juro, que la mayoría de las veces que guardo silencio obedece a una retorcida necesidad de hablar de muchas cosas que se enredan y desordenan mi mundo de piel para dentro. Todo es batiburrillo de cosas importantes y superfluas, de sentimientos nobles y mezquinos sobre mí misma y sobre el mundo que me rodea... me lío en mi propio mundo sin razón alguna. Nada pasó que justifique esta sublevación. Imagino que es un ejercicio vital para sentirme viva y poner distancia al trozo de carne con ojos que incondicionalmente me acosa amenazando con inundar mi existencia en rutinas mecánicas e insulsas. La zombie de la colada, el robot del plumero, la cocinera de hojalata... ¿no tienes miedo a que tu mundo se seque, a la esterilidad emocional?
Tengo miedo a amar por pura rutina. Me aterra que un día viva sin preguntarme por qué quiero tanto a mis chicos, a ti, a ella, a ellos... a todo mi mundo. Cada noche, antes de ir a dormir, entro en la habitación de Lucas y le miro. Dos, tres segundos. No hace falta más. Porque un segundo me sobra para ver a dos críos durmiendo como ángeles. Uno el que es y otro el que fue, que por muy hombre que se haya convertido sigue apareciéndose en mi alma como cuando tenía ocho. Miro al pequeño y me siento satisfecha. Miro al grande y me siento orgullosa. Gracias a él aprendí a ser buena madre. No, tal vez no. Creo que él me enseñó a ser buena persona. No pude o no supe ser buena madre. Juro que de puro sin querer. Pero la mami de hoy existe porque aprendí de los errores de la mamá de hace 20 años. Repasé todos mis pasos y memoricé la lección. Y es cuando miro a Lucas cuando siento que sí, esta vez sí.
Pero el amor con los hijos es más fácil, ellos se dejan querer. El amor de pareja, uf. A veces agota, a veces inunda y la mayoría nos deja mareados sin comprender qué. Qué pasó, qué es, qué significa, qué implica... el qué del amor! qué pesadilla por dios! a Gü, a veces, no le aguanto. Él tampoco a mí y no puedo reprochárselo. Nos volvemos feos y tóxicos. Nos alejamos de las cosas por las que nos enamoramos y nos quedamos con la cocinera de hojalata y el zombie que-cansado-estoy-me-tiro-al-sofá... y en estas miserias se nos van los días, reprochando al otro lo que uno debe resolver por sí mismo: quiero saber de ti, que me cuentes todas esas cosas que me enamoraron.
Pero vaciamos el cerebro y nos columpiamos en un eterno quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras... vivimos juntos pero no compartimos el mismo universo. Pero tengo suerte. No me quejo porque cualquier día, el menos pensado, pellizcamos el uno en el mundo del otro. Unas palabras en el blog, un mensaje en la red... cualquier gesto que te inyecta los motivos por los que te enamoraste y vuelven las frases frescas y palabras dulces. Gracias por las camisas, me vienen genial... estás hecho polvo, verdad, pues deja, yo me encargo... segura?.. sí, no te preocupes... el mismo qué en distinto cómo... ea! y hasta la siguiente porque tan claro como que después de un día llega otro, la ruleta de la convivencia nos volverá a imponer el puñetero qué dejando al cómo flaquito y arrinconado... cosas de la vida! qué le vamos a hacer.
Pero para recoger manzanas, reconocer ese olor que solo conserva recién las arrancas, perfumar la casa con su aroma... ¡qué caramba, hasta para tirarte las manzanas a la cabeza! pues no hay más remedio que tener un manzano. Porque no puedes dar tu alma a quién no desea amar. No importa si es por miedo, si la vida le golpeó y le hizo desconfiado. En crisis entramos todos, y no es incompatible con el corazón. Reconocer los motivos ayudan a entender al otro pero no justifican que no nos amen. Quién no desea amar, destroza. No hay más lectura. A la que te escribo escucho a Mumford & Sons. Siempre que los escucho me acuerdo de ti -de ella también- así que para saborear esta receta debes de escucharlos, todo forma parte de una misma cosa.
Imagino que suena fatal mezclar a la niña Pastori con los Mumford pero ya te advertí que vivo enredada. Sin embargo, lo verdaderamente importante, es concentrarse a la hora de hacer pócimas que dulcifiquen los sentidos y nos calmen los moretones con los que el amor envenenado nos castiga... porque, tranquila, estas son manzanas sanas, frescas y aunque no son de mi jardín las he cogido yo mismas.. sí, ya sé, te dije que había que tener manzano pero créeme que en la vida se hacen muchos milagros y a veces viene de mano de un vecino o algo peor.. pero esto está claro: hace falta un manzano, chorizos emocionales, no gracias:-)
Ingredientes para el bizcocho:
Preparación:
Encender el horno a 180ºC. A continuación, encender este vídeo
Cortas las manzanas en trozos pequeños y sin piel y las adobas con el azúcar, el limón y las especias. Las reservas.
En un bol y con ayuda de unas varillas eléctricas, batir los ingredientes para el bizcocho. Si lo haces a mano con varillas de las de toda la vida, pues bate primero los ingredientes húmedos y al final añades los secos (las harinas y el polvo de hornear) y bates hasta que no quede ningún grumo.
Engrasa un molde redondo desmontable de unos 27cm de diámetro y vuelca la masa. En otro bol, mezclas juntos los ingredientes para la crema de queso. Lo reservas.
Y en otro bol, también con todos los ingredientes juntos, remueves bien con los dedos hasta que tengas unas migas gruesas y desiguales.
Cuando el horno esté listo, añade la crema de queso encima de la masa de bizcocho. La extiendes un poco sin presionar. Añades las manzanas, también sin presionar pero que queden bien repartidas. Por último, reparte las migas poco a poco y que queden repartidas. Para ello, pellizcas un poco de migas y las repartes que queden en pegotitos pequeños.
Hornea hasta que la superficie tiene un color dorado. El tiempo es muy relativo porque cada horno tiene el suyo propio. Pero si tienes dudas que pueda estar cuajado por el centros, baja el horno a 150ºC y le cueces a esta temperatura unos 15 minutos más.
- 2 huevos
- 110gr. de azúcar morena
- una pizca de sal
- ralladura de naranja o limón
- algo de vainilla
- 40ml. de aceite de maíz o canola
- 50ml. de buttermilch o yogur para beber natural
- 50ml. de zumo de manzana
- 1 taza de harina blanca (da igual trigo o espelta)
- 1/4 taza de almendras molidas
- 3/4 taza de harina integral de centeno
- 1 cdta. de polvos de hornear
- 2 huevos
- 250gr. de topfen o queso tipo quark
- 3 cdas. de azúcar blanquilla
- 1 cda. de buttermilch o yogur para beber natural
- 6 manzanas medianas
- 2 cdas. de azúcar morena
- 3 cdas. de limón concentrado (así suelta menos líquido)
- una pizca de canela, de nuez moscada y de pimienta de jamaica (allspice)
- 2 cdas. de mantequilla
- 1 cdta. de buttermilch o yogur para beber natural
- 2 cdas. de azúcar blanquilla
- 2 cdas. de harina blanca
- 1 cda. de almendras molidas
Preparación:
Encender el horno a 180ºC. A continuación, encender este vídeo
Cortas las manzanas en trozos pequeños y sin piel y las adobas con el azúcar, el limón y las especias. Las reservas.
En un bol y con ayuda de unas varillas eléctricas, batir los ingredientes para el bizcocho. Si lo haces a mano con varillas de las de toda la vida, pues bate primero los ingredientes húmedos y al final añades los secos (las harinas y el polvo de hornear) y bates hasta que no quede ningún grumo.
Engrasa un molde redondo desmontable de unos 27cm de diámetro y vuelca la masa. En otro bol, mezclas juntos los ingredientes para la crema de queso. Lo reservas.
Y en otro bol, también con todos los ingredientes juntos, remueves bien con los dedos hasta que tengas unas migas gruesas y desiguales.
Cuando el horno esté listo, añade la crema de queso encima de la masa de bizcocho. La extiendes un poco sin presionar. Añades las manzanas, también sin presionar pero que queden bien repartidas. Por último, reparte las migas poco a poco y que queden repartidas. Para ello, pellizcas un poco de migas y las repartes que queden en pegotitos pequeños.
Hornea hasta que la superficie tiene un color dorado. El tiempo es muy relativo porque cada horno tiene el suyo propio. Pero si tienes dudas que pueda estar cuajado por el centros, baja el horno a 150ºC y le cueces a esta temperatura unos 15 minutos más.
Una entrada preciosa Mai, cada día me gusta mas como escribes, cuanto sentimiento, cuanto entiendo muchas cosas de las que dices, algunas representar mi sentir actual.... Gracias por hacerme pensar y ver las cosas de otra manera... Gracias Mai... De la receta no digo ná...pq seguro que es deliciosa, me la apunto fijo, me enamoraste con las espirales de boniato y se que con tus recetas siempre triunfaré... Un besazo
ResponderEliminarMaría, esta carta esconde muchas cosas. A ti también te debo un mail que me atormenta porque me urge escribirtelo... las cosas de la vida que nos atormentan como madres, verdad? así que imagino que se me han escapado muchas cosas... no me extraña que te idenfiques:-) un besazo!
EliminarCómo me gusta lo que escribes!! Y qué bien sabes contarlo!!. Me encantan las personas que pasan por esta vida con ganas y a tí se te notan esas ganas. Una tarta exquisita y bien sana!! Bss.
ResponderEliminarQuerida Tata! muchas gracias:-) la vida a cucharadas si hace falta, verdad? un besazo!
EliminarAy....no se....me has dejado pensando...estoy en clase, mis alumnos hacen un simulacro de exámen, será que no me he concentrado bien y me he perdido.....o quizás me haya trastornado la visión de semejante postre, o pastel para el té...o para comérmelo a todas horas.....no se.......creo que se me han disparado las papilas gustativas porque se estaban quedado secas de la dieta.......JODER CON LAS MANZANITAS.....ay que ver lo que te ha salido hija...me has dejado traspuesta...pero te quiero mucho ya lo sabes..
ResponderEliminarHala......sigo
BESAZO PICHONA
jajaja! imgino que no, que el escenario para leer cartas enmanzanadas no es el ideal con tus alumnos dándole al "inglis"... y menos a dieta, claro!
Eliminarjajaja! eso sigue. Yo también a ti :-D
Ayyyy, qué cosa más rica y elaborada!!!
ResponderEliminarMuchas gracias :-D
EliminarMaite, cuando te leo creo que hablas de mí, pero qué bonito pones algo tan difícil......y sí, Munford and sons van muy bien con la Pastori, todo vale para aliviar los enredos internos, hasta el tequila de vez en cuando, y si encima lo acompañas de un bizcocho como este, mejor!!!!!,
ResponderEliminarUn besazo gordo, gordo, gordo.....y mucha fuerza y ánimo...
Mi querida Libélula! sí que es dificil aceptar que las cosas son lo que son y no lo que nos gustaría. Pero siempre que tengamos un manzano al lado (y no un chorizo) pues todo se puede, con esfuerzo y con ganas de regalar al robot de hojalata un corazón tierno y amable:-)
EliminarUn besazo
la tarta acorde con tus pensamientos, un besazo guapa
ResponderEliminarMuchas gracias Mª José! un besazo
EliminarBolinho com crumble, que bom adoro
ResponderEliminarFicou com muito bom aspecto e lindo.
beijinhos
Muchas gracias Sandra! un besazo
EliminarMe siento tranquila , un domingo a la hora de la siesta a escribirte y me pongo en tu piel y en tu melodía que envuelve mi respiración. Mumford and sons y la niña Pastori suenan los dos aquí conmigo, aquí contigo.
ResponderEliminarEl amor , tanto da para hablar. El de los hijos, incondicional, eterno, puro y sincero. Esos, de los que ni que vuelen los platos cambia jamás. Transparencia, caricias y miradas tiernas. Que sería de nosotras sin ese regalo que recibimos en nuestras vidas, como lo son nuestros hijos.
El otro el de pareja , el de compañero, ese si que cuesta, ese duele mucho y nos gratifica también. Pero ese es de pareja y cuando ya no es "parejo" ya no es lo mismo, y se pierde el encanto, se pierde el horizonte. Las cosas que nos ilusionaban ya no están más o están ahí pero no las podemos ver. Es tan importante no perder el estar al lado , el acompañarse , el pensar en lo que al otro le molesta en lo que el otro necesita. Y no dejar nunca los detalles que hacen que el día a día sea mágico. La realidad a veces se pone dura por eso es importante poner nuestro toque de magia para endulzar las asperezas. Pero siempre de a dos mi querida. Por más que uno quiera , sino no es de a par , no hay vuelta, no se puede.
Me llevaría un trozo de tu torta para comerla junto con mis mates. Amor de amigas , amor en la distancia, amor desinteresado.
Beso
Querida Eri,
EliminarA la que escribía esta entrada, me vino a la cabeza ese tipo de mensajería que el ordenador parece que hizo desaparecer... el mensaje en la botella. Sin embrargo, hice tres. Tres botellas con tres destinos diferentes... o son cinco? so son cien? en cualquier caso, ese "ella" de la carta, tenía un destino claro e ineludible. Los hechos, también. Cada palabra. Cada canción. Cada trocito de manzana (o sopa o manzana) lleva una conversación, una tarde entre mates o cafés o tés de vainilla, mis preferidos... cada cosa, va cargado de un deseo que la distancia no me premite realizar. El blog y este kuchen lo hizo...
No digo más, porque lo sabemos muy bien. Las montañas, la humedad, las tormentas, las líneas... nada nos va a impedir compartir esta torta,
Con todo mi cariño,
Caer en la rutina es algo que me da mucho miedo. Bueno, la rutina que describes, la de convertirnos en autómatas en nuestro día a día y sobre todo respecto a los demás. Pero por suerte por el momento no hemos caído en ello :). Hay que ser un poco conscientes y hacer un pequeño esfuerzo de parar un momento y recordar por qué queremos a las personas que nos importan, y demostrarlo un poquito.
ResponderEliminarEsas manzanas se parecen mucho a las del manzano que tiene un amigo de mi padre en el sur de Alemania! Recuerdo que nos regaló hace unos años una bolsa llena que recogimos en el momento y oh, sabían a gloria. Perfectas para hacer un bizcocho tan riquísimo como este (centeno, queso, fruta, streuel... me encanta!!!).
Un abrazo
Así es guapa, tenemos que hacer un esfuerzo -a veces brutal- por no arrinconar nuestras propias humanidades, eso que nos hace bellos y únicos. En la convivencia uno suele trabajar el mundo de piel para fuera, el equilibrio con los demás olvidando por completo el otro, el nuestro, sin comprender que no solo es vital para nosotros sino también para los que caminan a nuestro lado:-)
EliminarEntonces sabes a que huelen:-) mi casa está inundada de ese olor:-D Un besazo
Me encanta tu post, Mayte. La tarta también tiene pintaza, pero especialmente me encanta el post por dos cosas:
ResponderEliminar. La frase de: "no se puede dar el alma a quien no desea amar". Lo clavas! La de veces que habré interpretado algo como querría que fuese, aun sabiendo que no es así, jeje...
. Que la banda sonora de la receta sea Mumford&Sons. Descubrí el grupo en 2010 y no me canso nunca de escucharlo!
Gracias, un fuerte abrazo!
Muchas gracias! Sí es verdad, me has recordado la de ejercicios en mi vida que he tenido que hacer para aceptar que la vida es como es y no como me gustaría que fuera... y en el amor, más aún porue somos super cabezotas para eso de amarnos:-) un besazo
EliminarCómo me ha gustado tu post Maite, me va a dejar pensando durante algún tiempo. No conocía este grupo y también me ha gustado escucharlos y de tu tarta qué te voy a decir, pues que debe ser una delicia. Un beso.
ResponderEliminarLa tarta especial a rabiar. Sabe a Austria. Por lo menos para mí. Günter dice que mis versiones son siempre exóticas y el hacer este clasico con harina de centeno con aroma a all spice no deja de ser una versión heterodoxa:-) pero lo dicho sobre el amor, me temo que tiene poco de exotico. Creo que lo vivimos todos igual :-)
ResponderEliminarUn beso
Caramaba mira que dan de si tus manzanas y el manzano del vecino¡¡¡¡ Rutina?? si pero por desidia, por no querer cambiar por el miedo al cambio, también puede ser por eso. las parejas pasamos por etapas, unas mas gloriosas, luego otras de acomodarnos, otras reivindicar el hueco sobretodo los hombres cuando ven a las madres entregadas y nos entregamos al 100% a los hijos y a veces olvidamos al compañero de al lado, que como lo queremos pensamos que no pasa nada. Que difícil es la convivencia, bien lo dices.
ResponderEliminarpero que hay que intentar reinventarse sino cada día la menos cada semana ...... jaaaaa ... la monotonía mata ....
Vivimos tan deprisa, que cuando te asomas al dormitorio no ves al mismo niño que dejaste anoche ... reivindico un mail, un skype ....
Me encanta el pastelazo ¡¡¡ ahora me vendria bien porque tengo una gazuza .... como diría la Niña Pastori que me tomaria un buen trozo.
Te quiero.
Bsss para los3 desde Almeria, como siempre.
jajajaj! no sabes cuánto :-D buenos días Lola! he estado unos días predida por culpa de una gripe. Te leí desde el movil pero dese allí no publico comentarios que varias veces me la ha jugado y después de sudar la gota gorda con el autocompletado que escribe lo que le da la gana y mis dedos torpones que también hacen lo suyo... zas! el maldito no se publica y me quedo siempre con una cara de haba digna de ser imortalizada en cualquier maual de internter para torpes:-D
EliminarSí, nosotras que no tenemos más ojos que para los hijos y ellos que sufren una regresión afectiva brutal y se olvidan que son maridos y no uno más de los críos... porque las cosas como son. Cuando un marido saca el Don Juan que un día llevó encima con el fin de hacernos babear como tontonas...cuando lo sacan de nuevo a flote, de puro sin querer se nos vuelve ahacer el culete pepsicola, las burbujas nos hacen chirivitas por doquier y guardamos el delantal en un visto y no visto... no, no... bueno sí pero no... es verdad que tenemos que esforzarnos mucho para mantener el horno calentito pero desde luego, sin manzanas no hay pastel :-P
siiiii, tengo unas ganas brutales de un skype:-) Besos