pechugas de pollo en mi salsa con cous cous
Aquí tienes el pollo de la discordia. Esta es la entrada que se me atragantó y fui incapaz de escribir. Ante esta misma foto, lo mandé todo a la sopa. Y, lo peor, es que el pobre pollo no se lo merecía. El animalico, como siempre, salió delicioso. De hecho, todo hay que decirlo, éste es uno de nuestros platos preferidos y es el resultado de una larga y caprichosa evolución, donde las especias y la manera de preparar el acompañante ha pasado por distintas fases hasta llegar a ser lo que ves...
Este plato, como es de imaginar, no tenía nombre. Le he buscado uno para poder catalogarlo en el blog. Nosotros nos referimos a él como el pollo rico con cous cous. Hasta aquí, te estarás preguntado que a qué viene tanta bobada con esta receta y qué cacharros pasó para lanzar el cazo por la ventana. Pues mira, ya que me preguntas, te voy a contar la historia...
Allá estaba yo, dispuesta a preparar la cena. Me apetecía algo rico. Abrí el frigo, miré las pechuguitas y me dije... uhmm, venga, hoy toca pollo rico. Me puse a ello y pensé; Mai, coge la cámara que este le tienes que poner en el blog... Allá que voy, enciendo el aparato y como siempre, aviso batería baja... Me cachiiiiiss! Bueno, no tengo tiempo de coger el cargador, la sartén ya está en la vitro y no hay tiempo que perder. Me digo, ¡Bah, seguro que aguanta! Empiezo a cocinar. Como cada tarde, el olorcito se le cuela a Lucas por la nariz. Allí que viene, al trote o al galope (no me fijé), y se pone a lloriquearme... Mamiiiii, mamiiiiii..... eeeeseeeeen... mami (Essen=comida, comer) . Le digo, espera un poco chiquitín. Y cómo más claro no me lo podía haber dicho, opta por pasar al plan B: MAMIIIIIII, EEEEESSEEEEN! EEEEESEEEEEN!
Yo cámara en mano, Günter en la ducha, yo que me cachis en todo, Lucas a lo suyo...... MAAAAAAAMIIIII!!!!!! Y empiezo a correr, como siempre. Creo que el día que pueda cocinar despacico y con buena letra no me va a salir nada a derechas... En fin, que pongo la mesa. En este punto de la historia, Lucas ya está literalmente agarrado a mis rodillas. Emplato primero el suyo y lo meto en el frigo a que se le vaya el calor. Emplato el siguiente para fotografiar. Con las prisas me salto el paso de filtrar la salsa y le planto el chino directamente sobre el pollo y salsa va!
Venga, fotos. Una, dos... se acabó la batería. Me cachis en mi mala sombra! Hay que fastidiarse. Baja Günter. ¿Qué pasa?. Pregunta. Que a cenar, contesto. Vaya mala uva que tienes, me dice. Pues sí, vuelvo a contestar. ¿Qué te pongo para beber, cervecita? Venga. Y tú, Lucas, Saft? EEEEEEESEEEEEENNN!!!
Así que cuando me senté al día siguiente a escribir la entrada, no puede evitar sentirme una chapucera cagaprisas (perdóname la ordinariez pero al pan pan). Cada día la misma historia. Por la mañana me digo, "Venga guapa, hoy despacico, vale?" y no. No disfruto de nada. Corro, subo, bajo, pongo, quito... pienso, pienso y pienso... pero no disfruto. La verdad es que la semana pasada, hizo dos años de ausencia de alguien muy importante en nuestra vida y entre añoranzas y fracasos me desanimé más de la cuenta. Pero no valgo para estar plof, ni soy capaz de aguantar languidecimientos mucho rato seguido así que chaspando aquí y allí, mail va, mail viene, tecla por aquí y por allá, la crisis ha pasado entre sopa y Kuchen, la mejor receta para estados carenciales.
Ingredientes:
Preparación:
Allá estaba yo, dispuesta a preparar la cena. Me apetecía algo rico. Abrí el frigo, miré las pechuguitas y me dije... uhmm, venga, hoy toca pollo rico. Me puse a ello y pensé; Mai, coge la cámara que este le tienes que poner en el blog... Allá que voy, enciendo el aparato y como siempre, aviso batería baja... Me cachiiiiiss! Bueno, no tengo tiempo de coger el cargador, la sartén ya está en la vitro y no hay tiempo que perder. Me digo, ¡Bah, seguro que aguanta! Empiezo a cocinar. Como cada tarde, el olorcito se le cuela a Lucas por la nariz. Allí que viene, al trote o al galope (no me fijé), y se pone a lloriquearme... Mamiiiii, mamiiiiii..... eeeeseeeeen... mami (Essen=comida, comer) . Le digo, espera un poco chiquitín. Y cómo más claro no me lo podía haber dicho, opta por pasar al plan B: MAMIIIIIII, EEEEESSEEEEN! EEEEESEEEEEN!
Yo cámara en mano, Günter en la ducha, yo que me cachis en todo, Lucas a lo suyo...... MAAAAAAAMIIIII!!!!!! Y empiezo a correr, como siempre. Creo que el día que pueda cocinar despacico y con buena letra no me va a salir nada a derechas... En fin, que pongo la mesa. En este punto de la historia, Lucas ya está literalmente agarrado a mis rodillas. Emplato primero el suyo y lo meto en el frigo a que se le vaya el calor. Emplato el siguiente para fotografiar. Con las prisas me salto el paso de filtrar la salsa y le planto el chino directamente sobre el pollo y salsa va!
Venga, fotos. Una, dos... se acabó la batería. Me cachis en mi mala sombra! Hay que fastidiarse. Baja Günter. ¿Qué pasa?. Pregunta. Que a cenar, contesto. Vaya mala uva que tienes, me dice. Pues sí, vuelvo a contestar. ¿Qué te pongo para beber, cervecita? Venga. Y tú, Lucas, Saft? EEEEEEESEEEEEENNN!!!
Así que cuando me senté al día siguiente a escribir la entrada, no puede evitar sentirme una chapucera cagaprisas (perdóname la ordinariez pero al pan pan). Cada día la misma historia. Por la mañana me digo, "Venga guapa, hoy despacico, vale?" y no. No disfruto de nada. Corro, subo, bajo, pongo, quito... pienso, pienso y pienso... pero no disfruto. La verdad es que la semana pasada, hizo dos años de ausencia de alguien muy importante en nuestra vida y entre añoranzas y fracasos me desanimé más de la cuenta. Pero no valgo para estar plof, ni soy capaz de aguantar languidecimientos mucho rato seguido así que chaspando aquí y allí, mail va, mail viene, tecla por aquí y por allá, la crisis ha pasado entre sopa y Kuchen, la mejor receta para estados carenciales.
Seguimos con la dieta de sopa_kuchen ya que Luquitas y papá están resfriados y la semana que viene tenemos dentista y nos va a torturar hasta el aburrimiento. Así que como estaré una larga temporada a dieta blanda, me agarro a la idea de Noema y estrenaré una sección sopera de lo más flamboyante y folclórica! Así que me parece justo que este paréntesis que hago a los platos "sólidos" se lo dedique al pollo estresado porque a pesar del altercado, te aseguro que es una delicia muy especial y con mi sello personal, ese que huele a cúrcuma y canela... muy mio la verdad...
Ingredientes:
- una pechuguita entera por zampón
- 1/2 pimiento por pechuguita (del color que más te guste)
- 1 cebolleta por pimiento (vaya galimatías, eh?)
- 1/2 cebolla
- 1 diente de ajo (cantidad según gustos)
- 1 chorrito de vino blanco (cantidad según gustos)
- 1 chorrito de agua para aclarar la salsa
- 1 chorrito de salsa de soja (con precaución que sala mucho)
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- una pizca de cúrcuma (a gusto)
- una pizca de canela (a gusto)
Preparación:
Primero, limpia la pechuga y deja los lomitos en una pieza. Lava y corta en 4 trozos las verduras y pon todo en una sartén que habrás mojado en un poquito de aceite. Deja que vaya cogiendo color dando vuelta y vuelta para que se dore por igual. Sala las pechugas con moderación, añade el vino y la salsa de soja. Deja que consuma prácticamente todo el caldo antes de retirar las pechugas. Ahora, con las pechugas fuera (caramba, qué mal suena esto…), rehidrata la salsa con agua y añade las especias. No te indico la cantidad de agua ya que va a depender de la cantidad de verdura y, por supuesto, de los gustos ya que hay a quien le gustan las salsas más o menos espesas. A mi no me gusta espesarlas con harina así que pongo agua de forma moderada… siempre hay tiempo de aclararla...
Bien, estábamos en que tienes que dejar que hierva antes de retirar la sartén del fuego. Pasa el caldo y las verduras a una trituradora, pasapurés o batidora, da igual. Una vez suave la salsa, rectifica de sal (o de salsa de soja, como mejor te guste), de especias y de agua… es decir, consigue el punto que te apetezca, que como siempre con estas cosas, no hay más regla que tu gusto personal. Ahora, cuela la salsa con un chino para que quede lisa y sin trocitos. Resérvala. Vuelve al pollo. Trocea las pechugas y ponlas de nuevo en la sartén. Echa la salsa encima y deja un par de minutos que se “liguen”.Y listo...
El cous cous de acompañamiento, bien simple. Sigue las instrucciones del paquetito como siempre y echa en el agua o caldo de cocerlo un poco de cúrcuma y de salsa de soja. Sin más misterios...
Me parece riquísimo ese pollo!!!
ResponderEliminarMe he divertido mucho con tu relato, y es que con niños pequeños nunca se hace nada tranquilamente. Yo hace mucho que hago las cosas con calma...:-):-)
Besicos
Pues yo voy a hacer tu pollo rico ,pollo estresado o pollo de la salsa de mai,todo lo que lleva me gusta.Hay que ver que los crios cuando dicen a comer ..es a comer jaja,que te vaya bien con tu etapa de dentista ,yo lo tengo pendiente y le temo a la dichosa ortodoncia.
ResponderEliminarbuen finde !
Guapa! me encanta como escribes! no pierdas nunca esa esencia! Este pollito solo de leerlo me encantó! la próxima vez que vaya al super compro algunos ingredientes que me faltan y te cuento :)
ResponderEliminarLo de tu relato parecía que me estaba viendo a mí misma, jaja.. son gajes del oficio de mamá.
besitos.
Gaby
Ayyyy MariLou! Afortunada tú que puedes! jajajajaja. Yo soy de las reincidentes. Cuando recuperé la calma, por fin, me meto de nuevo en "materia" ... jajajajaja! + besicos pa'ti!
ResponderEliminarCarmen, guapa! este pollo "mil nombres" en serio que está bien rico, pese a tanto trajín! jajajaja ¿te suena, verdad?
ResponderEliminarY respecto al mundo piños, qué le vamos a hacer... pedir que vaya rápido y poco más...
Besos y buen finde auch!
Te alabo, el poder intentar hacer fotos y con el crio queriendo comer ya!, tengo la vida tan armada que por eso mismo he decidido que dar espacio a niños en mi casa.
ResponderEliminarHaré tu pollito porque pinta muy bueno y la mezcla de ingredientes me encanta. El mío será un pollo calmaoo.
Besos querida.
Gaby, mi niña! Ya sabía yo que con el relato "cena y mocos" íbamos a empatizar unas cuantas compañeras de gremio... jajajaja! como bien dices, gajes del oficio. Me alegro mucho que te gusten mis historias. Eso me anima a seguir escribiendo este tipo de prólogos al recetario...
ResponderEliminarMuchos besos y si no hablamos antes, que pases un buen fin de semana!
+ besos!
jajajajaja Kako! sí, por favor. Si tienes la oportunidad, házlo y me cuentas a que sabe un pollito relajao que no tengo ni idea a que sabe.... jajajajaja
ResponderEliminarBesos guapa!
Ay Maite!
ResponderEliminarComo me he reido leyendo la receta del pollo.Este Lucas es un encanto jajaja.
Te entiendo perfectamente, a mí me pasa lo mismo.. jajaja, me siento chapuzera, hasta haciendo las fotos!Y luego digo.. joer.. con lo bonitas que las hacen en los otros blogs.. y las mias.. sniff.
Pero bueno, cada uno es cada uno no?? ;)
Acabo de terminar de hacer mis 1ras galletas decoradas.. y he terminado un poco hasta.. ahí..jejeje ya te contaré.
Me encanta saber de ti.Muak!!
Ali
Ali, tesoro! espero que estés mejor de esa espalda... uhmmm... galletas, que bien suena eso. Ya sabes, como no puedo comentar, yo te seguiré comentando tus recetas vía email!
ResponderEliminarMuchos besos guapa y mejórate!
Bueno, aquí quien no se consuela es porque no quiere.Pensé que era yo la única caga-prisas de la blogosfera.....ja,ja,ja.
ResponderEliminarCreo que nunca terminaré de apuntar recetas con pollo.Me gustan todas....
He ido incorporando las especias poco a poco a mis platos.El comino y la canela son dos de mis preferidas pero creo que nunca las he cocinado a la vez.
Me gusta el nombre de "pollo rico", seguro que lo está.
Un abrazo,
María José.
Lo ves María José! va a resultar que todas perdemos aceite por el mismo sitio... Ay, malditas prisas! Mira, me estoy acordando de cuando leí Momo, de Michael Ende hace cientos de años, siendo aún adolescente y creí descubrir el secreto para una vida feliz. Me gustaría saber que pensaría hoy esa niñita convertida en treintañera, llevando una casa, unos chiquillos, un trabajo y encima, arañar tiempo para sus cosas...
ResponderEliminarBesos guapa y tranquila, que algún día lo conseguiremos! jajajaja
Ay señor, Maite, menuda historia! Muy divertida de leer, me lo he ido imaginando todo en mi cabeza, aunque supongo que para ti no fue tan divertido :P Pero te admiro, hacer tantas cosas a la vez, un niño hambriento, imprevistos... y aún así nos traer la riquísima receta (adoro el pollo con especias para acompañar cous cous).
ResponderEliminarLo de la cámara con batería baja es un fastidio! Yo por eso procuro tener dos baterías, una de ellas siempre cargada lista para entrar en acción.
Un besazo
Me encanta leerte... tras cada receta nos traes una historia entrañable , ésta vez con Lucas como protagonista, ese niño precioso que es un afortunado de la vida de tener semejante mami cocinera... qué maravilla... como maravilla es también éste pollo en tu salsa... qué delicia!!!, la receta, leerte, y todo...
ResponderEliminarAkane! Ya veo que eres una chica Bond, siempre con las baterías cargadas y dispuesta a entrar en combate... en cambio, mi relación con las baterías en general no es buena. Una de mis grandes contradicciones ya que toco el tema. Toda mi vida trabajando en el sector de nuevas tecnologías con infinidad de aparatejos por doquier y, cada día, disimulando mi espíritu rústico y artesanal...
ResponderEliminarLa vida es la mar de graciosa!
bsssssssss
Martiku, cómo estás manzanita? Qué gusto leerte a ti también que tus recetas con pre-charla son de lo más simpáticas... Y mira, lo que dices me lo apunto que fijo que algún día se lo voy a recordar a Lucas...
ResponderEliminarMuchos besos mein Kleiner Roter Apfel!
Pues se ve un pollo muy rico así que no te estreses!
ResponderEliminarBesos
Nuria
Esta receta creo que me gustaría mucho, me encanta el pollo y me gusta mucho el cous-cous así que fijo que tiene que estar de rechupete.
ResponderEliminarBs y por cierto vaya niño guapo que tienes.
Muy buena la entrada, y la verdad es que cocinar con niños o sin es diferente.....ni mejor ni peor pero muuy diferente.
ResponderEliminarLa receta la haré, me gusta el pollo, el cous cous, las especias.......no tengo otra que probarlo.
Por cierto ya veo la recuperación del bajon va viento en popa.....je je je....fins aviat
Querida Mai me veo tan reflejada en esto de los apuros. Lo buenos es que mis chicos ya son más grandes, lo cual no significa que no griten:Teenmos hambre!!Cuando comemos!! Pero como detesto el estrés opté por la opción de sacarle fotos a las cosas cuando estoy sola por la mañana. Eso sí las cenas nunca salen fotografiadas. Las pocas veces que lo intenté , tuve varios expectadores mirandome y diciendo :Cuando terminás ma? Daaaale que se enfria...puf... y ahí es cuando desisto de fotografiar las cenas.
ResponderEliminarLa receta de tu pollo deliciosa! Yo también uso la canela en las salsas . De donde vendrá eso?
Cariños
Un pollo delicioso! Igual el pollo estarà estresado pero seguro que estará super aromático con todas estas especias que le has puesto. El nombre de pollo rico le va pero que ni pintado.
ResponderEliminarBesos!
Hola Kiwi! muchas gracias y seguiré tu consejo guapa. Besos
ResponderEliminarMuy buenas Ly! si que es mono la verdad y muy simpático. Aquí le tengo con la nariz rezumando mocos! uarrrrgh! dicho así, no parece tan mono la verdad. + Besos
Núria guapa! es verdad, es distinto. Cuando voy cortando las verduras debo de echar más de la cuenta porque desaparecen. Y otras veces cyando hay masa de por medio se sube a la mesa conmigo a "manejar" jajajajaja... ++Besos
Erika! jajajajaja! en versión mayores pero la misma historia.. jajajaja. Tendré que plantearme cambiar los tiempos como tú. Lo de la canela, no lo tengo muy claro pero es algo típico del Magreb y del subsahara. Se hace (se hacía) para quitar los malos olores a las carnes. Para mi, es el sabor de la carne con patatas y pimientos que hacían las abuelas en la zona de los Campos de Níjar, Almería. Mi madre vivió muchos años en un pueblecito costero del Cabo de Gata en Almería así que ese sabor me trae recuerdos a infancia . Fíjate! me preguntas tú por esto y mira como encaja con el evento que este mes abanderas... jajajaja! +++Besos
Hola Pilar! ¿Qué tal guapa? Pues mira, como le he dicho a Erika, para mi son aromas a infancia. Son aromas muy míos... estoy sonando un poco al del anillo con su tesoooooro, lo se. Pero es que para las especias soy muy fan... ++++Besos
Ya sé que he comentado antes tu receta.. pero... Me encantas Maite!Muak!! :)
ResponderEliminarjajajajaja Ali! tú ven todo lo que quieras que podemos chaspar tantas veces como te apetezca!
ResponderEliminarBesos guapa!
Ja, ja, ja! Te comprendo, lo juro! Y eso que yo no tengo un pequeñajo...pero ando todo el día como una loca.
ResponderEliminarMe gusta el pollorico, así que por mi parte ha merecido la pena el plato...
¡Besetes!
Las prisa Marilu qué el día menos pensado nos van a dar un susto! Mira, me estoy acordando de una anécdota que me contó mi hermano hace ya unos cuantos años... de viaje por Marruecos y, lo típico, regateando unas lámparas... mi hermano empieza a impacientarse y le dice el tipo: "amigo, no corras. La prisa mata.. anda, toma té conmigo"
ResponderEliminarBesos!